Cada situación de emergencia radiológica será diferente de acuerdo con el lugar, el tipo, la causa, la escala y el efecto. Se describen a continuación las consecuencias de un accidente grave en una central nuclear, con emisión de radiación a la atmósfera. Esto no debe interpretarse como una indicación de que este tipo de accidentes es muy probable.
Con la emisión de materiales radiactivos a la atmósfera, éstos pueden dispersarse sobre una región extensa debido a las corrientes de aire y exponer a miembros de la población a través de una serie de vías diferentes, como se muestra en el diagrama de la Figura.
La lluvia o la nieve pueden influir de manera significativa en las consecuencias para la salud pública y el ambiente en una zona. En general, las precipitaciones depositan materiales radiactivos en el suelo, y de esta manera se incrementa la contaminación del ambiente y la exposición a radiaciones por radionucleidos depositados localmente, pero se reduce la exposición a material en suspensión en el aire.
Vías de exposición radiológica
Debido a la dispersión del material radiactivo en el ambiente, las personas pueden estar expuestas a la radiación de diferentes maneras. En la fase inicial de un incidente, cuando la mayoría de los materiales radiactivos emitidos se encuentran en suspensión en el aire, las vías de exposición más significativas son la radiación externa de estos materiales en suspensión en el aire y la radiación interna por inhalación. Este proceso se ilustra en la Figura. Ambas vías son importantes en la medida en que las personas están expuestas a la nube radiactiva.
Cuando el material radiactivo se deposita en el suelo se convierte en una fuente de radiación externa. A pesar de que la dosis de radiación externa tiende a acumularse más lentamente, en muchos casos es la vía general más importante. Además, ciertas condiciones pueden aumentar la exposición de determinados grupos de población al material depositado. Por ejemplo, las tareas agrícolas en las que se genera polvo pueden provocar la inhalación de material radiactivo que se vuelve a suspender.
El consumo de agua y alimentos contaminados puede ser una vía importante de exposición, aun en los primeros días subsiguientes a un accidente. En especial, el depósito directo o el agua de lluvia contaminada pueden afectar rápidamente a frutas y hortalizas de hoja. La leche puede contaminarse si las vacas comen pasto contaminado u otras hierbas. Obviamente, la exportación de los alimentos producidos en una zona contaminada puede afectar también a personas en otras zonas.
En los casos en que hay una emisión o depósito directo de materiales radiactivos de la atmósfera en el agua, las vías acuáticas pueden ser una causa de preocupación importante. La exposición puede resultar de beber agua contaminada o usarla para lavar, cocinar u otras tareas domésticas. Cuando el escurrimiento de las precipitaciones transfiere el material radiactivo a los lagos interiores, el consumo de pescado contaminado también puede ser una vía importante de contaminación.